En el contexto de la educación superior, las competencias transversales desempeñan un papel fundamental en la formación integral de los/las estudiantes. Estas competencias no se limitan a un área específica del conocimiento, sino que trascienden las disciplinas académicas y se aplican en diversos contextos. 

En la Universidad de los Andes conceptualizamos las competencias transversales como la articulación de habilidades, conocimientos y actitudes que permiten a los/las estudiantes desenvolverse de manera efectiva en entornos académicos, profesionales y sociales. Estas competencias no solo se adquieren en el aula, sino también a través de experiencias prácticas, interacciones sociales y participación en proyectos colaborativos. 
 
En DIDACTA apoyamos a profesores/ras y unidades académicas a promover la integración de las competencias transversales en la planificación curricular, la evaluación y el diseño de estrategias pedagógicas. 

En la Universidad de los Andes, la gestión curricular se entiende como el proceso sistemático de análisis, diseño, desarrollo, implementación, seguimiento y evaluación de la oferta académica que permite responder, eficientemente, a las necesidades del contexto y garantizar la calidad de la experiencia educativa.  

La gestión curricular está integrada por dos componentes interrelacionados que funcionan de manera concurrente: uno académico y uno organizacional.   

Estos componentes son transversales a toda la oferta académica, independientemente de la modalidad (presencial, virtual, híbrida o dual) para un programa académico formal completo, para un programa de educación ejecutiva o continua, un curso, una micro o macro credencial. 
 
La gestión curricular pretende cuidar la calidad del currículo según principios que orientan los criterios y las acciones para mejorar la oferta formativa.  

DIDACTA, como unidad encargada de apoyar el logro de los principios y fines del Proyecto Educativo Institucional, acompaña a las unidades académicas en los diferentes momentos de la gestión curricular. 

La innovación, como lo declara el Proyecto Educativo Institucional (PEI), tiene un sentido identitario y misional dentro de la Universidad de los Andes. Las instituciones educativas constantemente hacen un movimiento que va entre la custodia del legado y la preservación de su identidad, hacia la reinvención y la adaptabilidad como respuestas a las transformaciones que demanda la sociedad. Nuestra universidad no se escapa a este movimiento y la innovación es una de las maneras como la institución ha buscado transformar continua y rigurosamente todas las prácticas educativas, pedagógicas, de investigación y creación, de desarrollo institucional, y de compromiso con las distintas comunidades. En este sentido, la innovación hace parte de la esencia institucional e implica, como sostienen los fundadores, dejar de ser meros espectadores pasivos y pasar a intervenir, encauzar y alterar el proceso educativo para adaptarse a las necesidades cambiantes de los estudiantes y la sociedad en general.   

Recientemente, la universidad considera que la innovación educativa está institucionalizada, es intencionada y responde a cuatro principios:  

1. La innovación educativa está basada en la evidencia, lo que significa que se apoya en investigaciones y datos concretos para guiar las decisiones educativas.  
2. Cuida la calidad y se alinea con lo establecido en el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y en el Plan de Desarrollo Institucional (PDI).  
3. Se diseña por competencias con lo que se reconoce que el aprendizaje está centrado en los conocimientos, pero también en las habilidades y capacidades que los estudiantes deben desarrollar.  
4. Es flexible y adaptable al ritmo de una sociedad en constante cambio, permitiendo ajustes y mejoras continuas para beneficiar a toda la comunidad universitaria. 

La innovación pedagógica se refiere a las transformaciones que se pueden hacer específicamente dentro de la práctica pedagógica y a las condiciones y características del aprendizaje que se espera promover. La universidad tiene una serie de recomendaciones sobre las características de la innovación pedagógica:  

1. Centrada en el aprendizaje, lo que implica que se adapta a las necesidades de los estudiantes, reconociendo su singularidad y fomentando un enfoque activo y personalizado para adquirir las competencias. 
2. Incluye metodologías activas que promueven la autonomía en el estudiante, enfatizando cada vez la autogestión del aprendizaje, trabajo en equipo, orientación y acompañamiento profesoral. 
3. Contiene evaluación oportuna con la que los estudiantes puedan recibir retroalimentación con información relevante sobre su desempeño y tener diversas oportunidades para mejorarlo. La evaluación es oportuna cuando se proporciona a tiempo, permitiendo que los estudiantes reconozcan sus puntos fuertes y áreas de mejora; fomenta la reflexión sobre el aprendizaje y guía acciones relevantes para avanzar; y evalúa la eficacia de las experiencias de aprendizaje para hacer ajustes según sea necesario. 
4. Apunta hacia la formación integral para que los estudiantes desarrollen sus proyectos de vida y contribuyan a resolver problemas en su entorno de manera responsable, íntegra y autónoma. Esto implica ir más allá de las divisiones disciplinarias y enfocarse en competencias transversales.